Los días van pasando y con ellos Dibujo Libre va tomando forma. Tuvimos una reunión las tres creadoras: las dos Lauras y Z para establecer reglas básica, convocar a lo que sería una junta de asesores, o más bien de amigos que admiramos profundamente y creemos que nos pueden orientar siempre por el mejor camino. Con algunos de ellos ya hemos hablado, como por ejemplo Andrés Smith, quien con su “Lo doy porque quiero” ha sido una de nuestras grandes inspiraciones para haber llegado a la conceptualización de este espacio.
Todo lo que estamos buscando, es, más o menos hacia octubre de este año, estar abriendo un espacio físico donde las personas puedan ir a experimentarse en el Dibujo Libre, es decir, que puedan ir a servir desde lo que realmente son, que puedan dar solo por el placer de hacerlo, que tengan a la mano todo tipo de herramientas para encontrar maneras creativas para ese servir, ese dar; y de esta manera que todos podamos compartir en paz y desde el respeto a al otro. Por ser una experiencia tan comunitaria, tan social, y al tiempo tan bonita y tan única, valorando lo que cada individuo es y tiene, es que Dibujo Libre puede aspirar como misión “sanar el niño interior” de las personas que nos visiten, sin importar su edad. Cuántas fiestas de Dibujo Libre no hemos hecho las 3, invitando muchas veces a otras personas a que además de hacer lo que hacen en cualquier otra fiesta, se sienten en una larga mesa con los demás a pintar mandalas o amasar plastilina, mientras se habla, se bebe, se come, se baila o sencillamente se está. Y que tan sanadoras han terminado siendo todas estas ocasiones, y los felices recuerdos y aprendizajes que nos han aportado.
Muchas personas a las que les hemos ido contando de nuestra idea, como Natalia Currea en Bogotá, confiesan que aunque no hayan estado en nuestro espacio, el solo pensar en la cantidad de enojos innecesarios que nos ahorra el Dibujo Libre como filosofía de vida, la ha ayudado ser más feliz, así fuese solo en ese día, en esa hora, en que se acordó de aplicarla. Y es que antes de permitir que el malgenio se apodere de nosotros, debemos pensar que éste nos cuesta doble trabajo: el de enojarse y el de volverse a desenojar, pues al fin y al cabo no podemos ni queremos quedarnos enojados para siempre, verdad?
Las tareas de los siguientes días serán reclutar al resto de integrantes de junta y consultarles sobre nuestro proyecto, para irlo nutriendo cada vez más con ideas y estrategias. También hay algunas tareas financieras, pues las cosas no caen del cielo. Por el momento estamos a la espera de encontrar nuestro Hacker para una idea locamente deliciosa que pensamos implementar en el garaje de la Guardería para Adultos Dibujo Libre.
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